domingo, 29 de julio de 2012

Por las cuestas de La Jarosa


Cronica de Juan Carlos (Juancardido)
Lo prometido es deuda; ahí va la crónica de los hechos:
Llevábamos tres o cuatro días que se montaba tormenta por la sierra y llevaba tres o cuatro días viendo que la previsión del Maldonado daba lluvias matutinas por la zona de Guadarrama. Intuía que en caso de haber tormentas sería cosa de poco, pero aun así ya estaba yo preparado desde hacía días pensando en que el sábado tenía que echar el chubasquero a la mochila sí o sí.

Yo creía que era un exagerado, pero no soy el único…

Las 6:45 de la mañana y suena el despertador. Como dice el maestro Marek, mira que hay que ser masoquista para pegarse un madrugón así un sábado y encima ser conscientes de que lo que vas es a sufrir. Pero los “enganchaos” de la bici, los yonquis de las dos ruedas somos así. Yo siempre digo que más madrugo un día entresemana y al fin y al cabo voy a un lugar donde no me gusta ir. Sin embargo los findes ese madrugón tiene un sentido: pasarlo bien.

A la hora acordada ya estábamos Jesús, Javi y yo en Los Maños cargando las bicis para ir a Guadarrama. Una hora aproximada de viaje por la A-6 nos llevaría al aparcamiento de las cercanías de la presa del embalse de La Jarosa donde ya nos esperaban David (Prometeo), que cada vez que viene a Madrid desde Barcelona, nos acompaña en alguna de nuestras rutas, bueno, a nosotros y a los bicivoladores, así calma su afán de ruta tranquila un día, y el afán de “alimaña” el día siguiente, jejeje (sorry a los aludidos).

Junto con David estaba ya allí el otro Jesús, Agila, la sorpresa inesperada. Como los buenos que no se apuntan, está siempre el primero, cosa lógica, porque si no avisa y llega tarde, mal andamos. Al ratito llega también Alberto (Peke), completando de esta forma el grupito que nos hemos juntado hoy. Nos parece incluso un poco raro que nos juntemos tan pocos, ya que últimamente no bajamos nunca de 20 asistentes, muchos de ellos incluso desconocidos.

Así pues, y sabiendo que por delante nos esperaba una mañana de subir, subir y subir, nos pusimos en marcha. Nos esperaban por delante lo que en principio iban a ser 32 km con más de 1000 de acumulado, pero como eran algo desconocidos, siempre dejamos abierta la posibilidad de recortar la ruta en algún sitio…como así fue. Tanto Javi como yo, los dos incautos que hicimos caso de la previsión del Sr. Maldonado, íbamos sobrecargados con un chubasquero que al final fue inútil total (la página del tiempo.es no siempre acierta), lo que hizo que fuéramos toda la ruta bromeando acerca de la potencia y velocidad que nos restaba cargar con semejante peso a lo tonto, jeje.

Nada más salir del aparcamiento del embalse, iniciamos el descenso hacia la carretera de El Escorial con la cruz de los caídos siempre a nuestra derecha (como no podía ser de otra forma, la cruz siempre a la derecha…yuyu, yuyu). Descenso corto, muy corto para lo que nos esperaba. Tras recorrer escasos 200 metros por carretera, giramos a la derecha para ir a buscar un cerro en cuya cima veíamos una ermita que alguno pensó que teníamos que visitar: ¡¡qué alta se veía allí arriba y que cerca la tuvimos después!!.
No se trataba, pues, de subir hasta la ermita, sino de rodear el cerro que la soporta para ir a buscar la pista principal de la ruta que rodea por las alturas el embalse de La Jarosa. La vuelta alrededor del cerro fue por pista sin asfaltar pero con tierra muy compacta. Las tormentas de los días de atrás, aunque no han mojado el terreno, al menos han hecho que no se levante polvo a nuestro paso.

Una bajada, por pista en buen estado aunque con bastante piedrecita suelta, nos conduciría a través de un par o tres de zetas con bastante pendiente (negativa en este caso, afortunadamente), hasta la pista que sube al alto de La Jarosa…y que sube bien subido…y ¡¡¡cómo sube!!.
Al principio la pista tiene una pendiente sostenida bastante asequible, tanto que los machacas la subían a un ritmo bastante ligero, mientras que los que íbamos sobrecargados con los chubasqueros, la sufríamos con bastante dignidad.

Fue en un giro, en una curva a derechas, cuando de repente apareció ante nosotros una recta que a mi me parecía eterna con una pendiente endiablada. Desde abajo me dio la impresión de ser más un muro que una pendiente. La pendiente era tal que sostenía en todos los GPS (se pusieron de acuerdo por una sola vez) más de un 20% de desnivel y que según mi apreciación totalmente subjetiva tenía cerca de 400 kilómetros de longitud…aunque en realidad no creo que llegara al kilómetro o kilómetro y medio, pero que a mi se me hizo realmente inacabable.

Lo realmente preocupante es que el track original tenía un bucle que curiosamente hacía que si lo seguíamos en su totalidad, esa “cuestecilla” la teníamos que subir una segunda vez. Democráticamente de decidió que naranjas de la China, que el bucle no se hacía, que ninguno teníamos ganas de pasar ese infierno otra vez.

Las rampas no terminaron, lo que sucede es que cuando subes rampas del 20%, ver como ese desnivel baja a un 10-11%, te parece un alivio, aunque un 10-11% de desnivel no es nada despreciable. Aun así, antes de llegar al alto de La Jarosa, tuvimos de nuevo que ascender por una segunda rampa que tampoco bajaba del 17-18%...vamos una gloria de ruta…ufff.
Antes de llegar al alto de La Jarosa, el maestro Marek nos fue ilustrando (a los que íbamos con él…a los otros, no), sobre el maravilloso Pino Laricio, del que en esa zona llamada “El bosque plateado”, hay ejemplares con más de 500 años de antigüedad. Las palabras del maestro, como siempre, se vieron refrendadas por un cartel que lo describía de idéntica manera en el alto de La Jarosa. Allí, fotito de grupo, vista panorámica del embalse de La Jarosa, y lección de geografía del Maestro, enseñándonos la situación de los diferentes picos de la sierra y sus embalses: ¡¡mira que se aprende contigo maestro!!.

Tras engullir la barrita, el bocata, las almendras y todo lo que llevábamos, y tratar de discernir por dónde bajaban los caminos que pertenecían al DH2000, nos dispusimos por fin a disfrutar: ya sólo quedaba bajar, bajar y bajar…Culos al sillín, pies a los pedales y coger pista abajo hasta un desvío a la derecha donde las posicione en el pelotón empezaron a cambiar radicalmente: algunos fuimos de atrás a delante de forma fulgurante.


Enseguida la primera bajadita del día, un camino lleno de piedrecitas sueltas (más bien pedrolos) que culminaba en una buena bajada en la que se encontraba un tronco de árbol cruzado en el camino pero integrado en él, de forma que no había que saltar para empezar a pasarlo, pero dejaba un escalón bastante alto en la parte trasera: y allí Jesús (Agila) y yo, echamos el resto, aunque alguno más me consta que lo pasó sobre la bici.

Y fue en este punto a partir del cual tuvimos que coger un camino que serpenteaba entre un jaral (ahora ya sé porque se llama "La Jarosa"), que nos azotó, vapuleó e hirió sin compasión…¡¡que dolor!!, nos soltaban latigazos como si en vez de animarnos nos invitaran a que nos largásemos de su terreno de una vez por todas.
Afortunadamente el jaral acabó en una nueva bajadita que son sus peraltes, sus pedrolos, sus raíces y sus saltitos hizo las delicias de más de uno (entre los que me encuentro).

El track original nos invitaba en ese punto a coger de nuevo la pista asfaltada que conduce hasta el aparcamiento del embalse, pero según sugirió Jesús (Agila), decidimos tirar campo abajo a buscar algún que otro senderito que hiciera la bajada más divertida que por una simple pista. Y así fue, un senderito que conducía a o que han dado en llamar “la ruta del agua”, por la ruta marcada como “por las trincheras”. Bajadita divertida y sin complicaciones, por un sendero muy divertido con unas espléndidas vistas del embalse y de la zona de Guadarrama, que nos condujo sin más a los coches.

Los 20 km con más de 600 metros de desnivel, y la hora tan temprana a la que acabamos, propicio que al final, los seis, acabáramos en una terracita en el pueblo de Guadarrama tomándonos unas jarritas de cerveza. Maravilloso final de una ruta durilla pero muy divertida, como siempre.

Muchachos, no dejemos que nada cambie; las rutas así son siempre de 20 sobre 10!!!.
PD: Dejadme un nuevo recuerdo a Ángel…¡¡¡tío arriba ese ánimo y no tengas prisa!!!, verás como en muy poco tiempo te tenemos invitándonos a las jarritas de la opcional. Un abrazo campeón…
                                                             Fotos de Jesus
                                                        Fotos de Juan Carlos
                                                            TRACK

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