domingo, 29 de diciembre de 2013

III Ruta fin de Año

                                                               Fotos de Raul (Yiyirul)
                                                               Fotos de Jesus

domingo, 22 de diciembre de 2013

Polvorones 2013

La otra crónica (por el lado oscuro de Juancar, o el Dark Vader de Vicalvaro).
Introspección canillera.
Introspección: Pensamientos de uno mismamente hacia sus adentros y sacados hacia afuera.
Canillera: Dícese del animal cuadrúpedo de la fauna ibérica (Canillum zorrerum).
Aviso del prospecto: Esta crónica puede presentar efectos secundarios, toda vez que está escrita en primera persona (pensamientos que no salen a la luz), es un poco surrealista y no tiene un orden ni lógica….avisados quedáis.
Me veo al espejo…solo una mentira su reflejo….la edad del alma siempre es joven. (Karpov).
Vicalvaro, 4,15 hora Zulu del 22 de diciembre.
Me levanto con la lengua como la alpargata de un penitente de la Semana Santa de 1500. Esto con quince años no me pasaba, las resacas son muy malas. Me miro al espejo y veo alguien viejo con canas, medio calvete, con unas pocas canas…y que el cabrón de Karpov me diga cuerpo escombro (la verdad que algo tiene de razón), pero ya verás cuando me compre las protecciones para irme al lado oscuro…me voy a pasar al King África y toda su pléyade por la piedra, ni Stallone va a tener este cuerpo.
En estos pensamientos me despierto..coño…si estoy conduciendo camino de la mítica ruta de los polvorones..con lo bien que se está en la cama…calentito, y encima viene terminal (ese peazo de hombre que no dice mucho, pero esa filosofía manchega en muy contundente y cuando el tío habla lleva implícita toda esa sapiencia…frases como las gallinas que entran por las que salen son parte de los refraneros de su tierra. Parece mentira que sea paisano de ese ser decrepito llamado Karpov). También viene Pablo, este sí que es sibarita el jodio…que se va a comer al Ñeru, restaurante de postín del centro de nuestra capital…anda que nos va a invitar…(”Asin se te indigeste el solomillo al cabrales chato”).
Joder como estoy hoy de ácido (este vino de pitarra de anoche que nos regala la empresa por navidad saca el veneno que hay en mi).
Con más sueño que papeles del coche (como me paren los romanos del asfalto se me cae el poco pellejo que me queda) afronto la llegada a la fuente del gargantón. Cuanto loco hay ya por aquí...y ahora caigo en la cuenta…el desgraciado de karpov les ha puesto motes a todos…a este cualquier día nos sublevamos y le damos una paliza:
-Marek (Pápa…como dicen los gitanos, chicote, agüelo, chiquitin).
-Agila (Mr. Gin Tonic).
-Efren (hombre compactado, culazo, King África)
-Gorcam (tontininer).
-Rober (duathlon man, arrasador de torreznos)
-Yiyirul y Miguelin (Frodo y Bilbo Bolsoy…provenientes de la tierra media).
No sigo porque este tío es más malo que el aceite de hígado de bacalao que nos dieron de pequeños. Eso si…a mi me tiene breao (termino andaluz homenaje a Cordobita)…canillas de zorro, Dark Vader (como si ya estuviera en el lado oscuro), el Cervantes de Vicalvaro, que si me parezco al cantante de Metálica..no sigo, pero el arsenal que tiene el pollo este es de destrucción masiva, tipo bomba atómica iraní.
En fin, son las nueve y salimos hacia la ladera del chiquillo 27 valientes..o más bien diría gilipollas, esto de subirte a cuatro hierros soldados a hacer el gamba pasando frio y sufriendo…no le veo el beneficio la verdad…puff….prometo no beber más vino de pitarra (jajaja).
Acabamos la ladera del chiquillo como un rosario, cada uno como puede. Enfilamos una bajadita (toma pasada Agila….te he quitado las pegatinas…y me imagino de fondo la música de cuando aparecía el malo Vader en la guerra de las galaxias….toma pasada demonio..luego vais y lo tuiteais). Llego a la fonda real….y que raro…atraviesan dos surcos la carretera…coño…si son mis colmillos que se me han puesto hasta el suelo….cada día estoy más en el otro lado, y más con la tija pija…aunque yo la preferiría sin sillín, como el que lleva peque, así se me curaría la hernia discal..hablando de peque, otro que es víctima de karpov (llorón, que si presidente honorifico de Hagen Daszz, que si pone un kiosco de helados de Frigo), en fin, que pelaje se gasta el amigo.
En esto que bajamos a Cercedilla, donde nos encontramos a mucho enfermo que iba a correr la carrera de navidad, las cabeza no rigen mucho…están peor que el capitán Murdock del equipo A. Tenemos el único imprevisto del día, Rober, que venía sin freno trasero, va a la tienda de Cercedilla a que le vendan unas para acabar la ruta, mientras Antonio, para con una moza corredora, muy guapa por cierto, y pone a más de uno los dientes como los que yo llevo (algo gastados ya por lo abrasivo del camino). Lo de Rober se soluciona (para mí, que llevaba la pastilla justa para parar en Cercedilla y hacer su carrera, así entrenaba el duathlon de Mejorada). Bajamos a la ya tradicional ermita del pueblo y paramos a abrevar….porque vaya ganado que somos…parecemos hordas bárbaras de los Unos.
En esto que Javi marek, coge la giant de un tal chivo (menuda barba lleva el payo…este no ha hecho la mili…si le cogiera el sargento legionario que tenía yo…y encima con unas mallas de licra….puff….vaya de varices que lleva el pollo…se nota que carga hacia la derecha…no como el cordobita que lo hace hacia la izquierda, no en balde este último es andaluz , la cuna de la izquierda), Sube marek con ayuda (como en las películas del oeste, donde los abuelos necesitaban del joven para poder subirse al caballo) y se delata lo pequeño que es (ni con unos tacones de aguja tipo manolo blani tienes solución chato), tanto que no llega al suelo, algo cómico …la verdad…jajaja.
Pasamos Cercedilla y llegamos a los Molinos, donde paso a karpov que, como siempre, está berreando a la peña, ¿pero que se ha pensado este José Mota de Velilla? será hartosopa, cuellicorto, abrazafarolas, mugroso, pregonao, zamarro, cuerpo tordo,…..Bauste a la mierda. No sabes lo chungos que somos por Vicalvaro..te libras por que debo tener amigos hasta en el infierno…que si no… Eso sí, prepara los fines de semana de bici por esos mundos muy bien el jodio (se va a librar de una paliza por eso).
Llegamos a Collado Mediano, donde en su subida Bilbo Bolsoy pedía clemencia (a ese no lo conozco…yo conozco a Clemente, ese entrenador de futbol con tan mala leche) a Agila y a Jose Mota, que le pasaron sin respiro…pobre miguelin…vuélvete a tu pueblo de los clic de playmobil si no quieres que te adelanten (jajaja). Ya reagrupamos todos arriba de la subida del depósito de Collado Mediano y enfilamos hacia Navacerrada, donde vamos suplicando que Rober no haya llegado y nos deje sin existencias de torreznos (se quedó de guardia Javi Martin para que esto no sucediera). Llegamos a los pies del embalse, donde Chiquitin de Mejorada tenía un fin de traca, una subida corta pero intensa (vamos, para un entrenamiento de calidad), donde se vive LA IMAGEN DEL AÑO, digna de pasar a los anales de la historia (Anales=archivos….cochinos…que tenéis la mente enferma…que esto más que una crónica del lado oscuro de Juancar parece Sodoma y Gomera), de pertenecer al NODO  de España, de Oscar a las pasadas del año…me refiero a la petada de Agila en la subida, donde le fueron pasando en este orden: Yo (el burro delante), Karpov, miguelin, Ballesteros, Rodrigo, Zarzo, Rober, chiquito de la calzada, una familia de caracoles, King África, Rafaru...y eso que no fue, mi abuelo de 115 años, Seneca, Pitágoras…y un largo etc de personajes de la farándula española. Pobre Agila….ya dice que va a entrenar cuatro veces por semana….y luego también los dos días del find (estos extremeños no tienen jartura…va a acabar con los caminos de España).
Llegamos al Porrón donde cada uno guarda su hierro y paramos a tomar una cerveza con torreznos (gracias por la vigilancia Javi) y unas botellas de sidra obsequio de algún compi.
Vaya manada que había, como decía karpov…si aplicaran la ley de vagos y maleantes, estábamos todos en los calabozos del cuartelillo pasando las navidades.
Solo me resta felicitaros las fiestas desde el Corte Ingles, que los que no han venido…se jodan (y alguno que estaba en Huelva comiendo langostinos…se indigeste) y vuelvan la próxima vez…jajaja. Ahora en serio, los que no han venido esperamos verles en otra ocasión, los lesionados que se recuperen (jablan, cuando vengas con los dientes nuevos te traes a tu cuñaaaaaaaao, y de paso no sonrías…no nos vayas a deslumbrar), y los demás desearos unas FELICES FIESTAS….(que ganas tenia de perderos de vista Dios, a ver si los polvorones os dan ardor de estómago a todos….jajaja…PROMETO DEJAR EL VINO DE PITARRA…me saca el mal humor y yo no soy así….¿o sí?. La culpa es del karpov..jejeje).
Bueno….os dejo, que voy a comprarme las protecciones y a protagonizar la 69 parte de la guerra de las galaxias (hago de Tatarabuelo Dark Vader).
FELICES FIESTAS DESDE EL LADO OSCURO.
Pd.- Cualquier parecido con la realidad es pura….realidad.

Esto parece el camarote de los hermanos Marx
Karpov (finalizando la ruta de los polvorones).
                                                                   Fotos de Jesus
                                                                   Fotos de Yiyirul (Raul)

domingo, 15 de diciembre de 2013

Dos subidas y tres bajadas por Moralzarzal y Alpedrete

                                                                    Fotos de Jesus
                                                                    Fotos de Marcos
                                                                 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Vuelta al cerro del castillo

Crónica de JuanCar 
   Día poco usual para salir con la bici, un viernes, pero no un viernes cualquiera, ya que éste viernes pasado era fiesta, la fiesta de la Constitución Española que desafortunadamente este año caía a final de la semana e impedía hacerse el macro-puente de todos los años ya que el día 8 cayó en domingo.
Ya que el fin de semana no iba a ser posible que tanto Javi – Marek como yo saliéramos a rodar debido a nuestros respectivos compromisos, decidimos que el viernes sería una buena oportunidad para salir y regalarnos una mañana de bici en vez de pasar un fin de semana en blanco. Para ello, el maestro nos preparó una de esas rutas cortas pero intensas de forma que no se nos alargara mucho la mañana y pudiéramos disfrutar de una buena opcional como hacía mucho tiempo que no disfrutábamos.
Así pues, cuando hablamos de opcional y hablamos de cervecitas y torreznos, ¿qué mejor que ir hacia Navacerrada para disfrutar de los torreznitos de El Porrón?. Así pues, era casi obligado que si queríamos el aperitivo, tendríamos que salir desde la plaza del Gargantón de Navacerrada. Para la ocasión, el Maestro Sin Pedrolero junto con el asesoramiento de Gorcam (gran conocedor  de la zona), nos habían preparado una vueltecilla de no más de 28 kilómetros pero con suficiente picante como para no perdérsela por muy corta que pareciera.
Por tanto, con ganas de pasar una muy buena mañana de pedales y charleta, nos reunimos en la Plaza del Gargantón 9 amiguetes: Jesús (Terminal), Antonio, Javi (Marek), Amador (Cronos), Javi (Javi Carva), Pachi, Nacho (Gorcam), Angel (nuevo en estas lides), y yo, JuanCar.
A primera hora de la mañana el frío era bastante intenso. No sé vosotros, pero aunque los primeros días de todos los meses de diciembre son fríos, éste año tengo la sensación de que están siendo más fríos que de costumbre. Será que el cielo está siempre despejado, y eso de que no haya nubes hace que el calor acumulado durante el día no se quede retenido por las nubes…y así pasa, un frío que a eso de las 8:45 de la mañana rondaba los 0 grados, pero con un cielo despejado que hacía prever una mañana con una luz preciosa…como así fue.
A las 9:00 de la mañana salimos los 9 componentes del grupo camino de las afueras de Navacerrada. Nuestro primer objetivo era empezar con un poquito de picantillo y subir un pequeño tramo de la pista de la Barranca hasta enlazar con el inicio de los senderos de los Almorchones. En menos de nada, ya estábamos los nueve enfrascados en el sendero, revirado y fácil cuya única dificultad reside en algún que otro pasito con piedras y en no salirse en las curvas o bien contra las jaras o bien contra la valla metálica del inicio del sendero. Un buen aperitivo que nada más empezar ya nos dejó con una sonrisilla en la cara y que aunque no calmó el frío, sí que empezó a calentarnos un poquito.
El final del sendero de los Almorchones, nos deja en la puerta de acceso al camino que baja hacia Mataelpino siguiendo el GR-10 y que va paralelo a la carretera M-607 y al arroyo de La Angostura. La bajada por este camino estaba algo peligrosa en alguno de sus puntos. La helada de la noche anterior había dejado charcos y arroyuelos totalmente congelados, por lo que debíamos extremar las precauciones. Como siempre, este camino, cuesta abajo, se hace muy rápido y muy divertido y sirve de preludio a la primera de las cuestecillas del día. Y es que la subida a la urbanización Vista Real no tiene nada, es corta, sin mucha pendiente, pero después de disfrutar de los dos senderos, prácticamente cuesta abajo, esa primera subidita se hace un poco pestosilla sobre todo para los que tenemos la forma física por los suelos.
El premio viene al final de la cuestecilla. En vez de seguir la pista, nosotros siempre salimos de ella por el lateral derecho a la altura del borde norte de la urbanización para seguir sin abandonar el GR-10. Justo en ese punto hay una bajadita de nomás de 30-40 metros, al lado de la valla, que siempre que pasamos por allí es lugar para fotos, de disfrute, y de sacarse alguna sonrisilla que otra.
Sin abandonar el GR-10, y siguiendo por el sendero, continuamos atravesando una zona de sube-baja que nos deja en el punto que siempre utilizamos para la reagrupación, el árbol que hay casi a la entrada de Mataelpino y que nos sirve como referencia para abandonar en ese punto el GR-10 y, cruzando la carretera de Navacerrada a Mataelpino, seguir en dirección a Becerril de la Sierra.
Sin abandonar en ningún momento la pista, y claramente en ascenso pero sin ninguna complicación, llegamos a la localidad de Becerril. A esas horas el frío ya no era tan intenso, y a cambio lucía un sol espectacular, un cielo azul impresionante y unas vistas tanto de la llanura hacia la ciudad como de la sierra francamente limpias y bonitas.
Tras circular por unos pocos metros por el casco urbano de Becerril y de forma diferente a como solemos hacer, enfilamos la calle que nos situaría en la presa del embalse de Navacerrada, pero, en un punto dado, la abandonamos para tomar un sendero/camino que discurre perpendicular al Alto del Hilo y que gira para bordear el Cerro de las Cabezas. Ese tramito desde la carretera hasta la falda del Cerro es en franca subida, preludio de lo que nos espera en los próximos metros.
Sin tratar de subir hacia ninguno de los cerretes, el track nos lleva a atravesar de nuevo la carretera para que, enseguida, pasar por la parte más baja de las proximidades de la presa del embalse. Por supuesto, nada más abandonar el punto más bajo, hemos de ascender de nuevo, y es aquí, justo en este punto donde la ruta empieza a endurecerse. Los rampones que se suceden durante aproximadamente un kilómetro tras abandonar Becerril cruzando el cauce del río Navacerrada una vez suelto de su represa hasta la urbanización Reajo del Roble, justo en el borde del embalse son duras, muy duras, mi GPS llegó a marcar un 20% en algunos pequeños tramos.
La impresionante urbanización Reajo del Roble se encuentra justamente en la ladera del Cerro del Castillo, nuestro principal objetivo del día que pretendíamos bordear ascendiendo hasta su cima. Tras salir de la urbanización, tomamos el ya conocido camino por el que volvemos siempre desde Collado Mediano a Navacerrada tras subir la cuesta del depósito, el cual, se encuentra en la ladera de nuestro Cerro.
La pista, esta vez en bajada hacia Collado Mediano nos obliga una vez más a extremar las precauciones ya que su orientación hace que no le haya dado el sol aún y los múltiples charcos que se forman siempre en esa pista se encuentran con una sustanciosa capa de hielo que no estamos dispuestos a atravesar no sea que nos cueste un disgusto.
El camino nos deja en la parte alta del cuestón del depósito de Collado Mediano, y esta vez, sin que sirva de precedente, no la bajaremos ni la subiremos, sino que desde el punto donde solemos agrupar cuando venimos de Collado Mediano, tomamos pista hacia arriba de forma que empezamos a ascender al Cerro del Castillo.
Las rampas son bastante duras, un 17-18% llegó a medir mi GPS, pero las vistas que vamos encontrando empiezan a compensar el esfuerzo. Se trata de subir un desnivel de cerca de 250 metros en poco más de un solo kilómetro, y eso llegando tan sólo a la altura de la antena que corona el Cerro, porque luego aún se sube más.
Llegar hasta la antena es genial. Las vistas de la sierra desde el cerro, con el embalse bajo nuestros pies y con Navacerrada al otro lado de él, son espectaculares. La vista del cerro Guarramillas coronado de nieve y extendiéndose por el Ventisquero de la Condesa hacia abajo, en contraste con el cielo azul, da a cambio una panorámica casi de postal. No es extraño que en ese lugar decidiéramos hacer la parada para comer y para hacernos la foto de grupo.
Tras el almuerzo y las fotos, y en contra de lo que algunos pensábamos, retomamos la marcha para seguir ascendiendo un buen rampón que orientado hacia el sur, nos dejaba unas vistas espectaculares de la llanura hacia la ciudad.
Enseguida, tras la subida, una vertiginosa bajada que nos vuelve a dejar en el punto de reunión del alto del depósito de Collado Mediano. En este punto, nuestra primera intención era volver por nuestros pasos y dirigirnos directamente a la plaza del Gargantón por el camino habitual, atravesando las urbanizaciones de Navacerrada y entrando por el lado oeste del pueblo. Pero un cambio de última hora nos llevó a tomar la pista que volvía a bordear el Cerro del Castillo por su lado este, pero esta vez orientado hacia el norte, camino de la presa del embalse de Navacerrada, a la que llegamos en muy poco tiempo ya que la pista es muy llana e incluso en claro descenso.
Las vistas desde la presa son también espectaculares. La sierra y el pueblo reflejados en el agua hacían una foto digna de postal. Así que, tras disfrutar del espectáculo, tomamos la carretera para atravesar la presa y dirigirnos, abandonándola por su lado izquierdo hacia los senderos medio pedroleros que bordean el embalse, una zona totalmente desconocida para mí pero que me pareció francamente divertida, con algunos pasos un poco técnicos y con lo justo para divertirse bastante.
Casi sin darnos cuenta nos plantamos en la puerta de acceso a la zona del embalse que solemos atravesar cuando venimos de los Almorchones. Desde aquí, y atravesando arroyos ya conocidos, llegamos al parque que da acceso al pueblo de Navacerrada, y tras rodar por las calles algo más de 300 metros, llegamos, algunos con ganas de rodar más, a la plaza del Gargantón.
Eran las 12:30 de la mañana. Poco más de 3 horas y media de ruta con un poco de todo, sus senderos, sus rampitas, sus buenas vistas y su buena compañía que tuvieron su colofón en la magnífica opcional en El Porrón que afortunadamente estaba abierto y bien abierto. Las cervecitas, los torreznos, el paté de morcilla, la tortillita no se hicieron de rogar y las disfrutamos todos (pocas veces acabamos en la opcional todos los componentes de la ruta), en la terracita al aire libre con un solecito espectacular.
En definitiva, una ruta muy chula, cortita pero intensa para una mañana de viernes francamente excepcional.                                                                 
                                                                       Fotos de Jesus 
                                                                       Fotos de JuanCar

sábado, 30 de noviembre de 2013

El Castañar del Tiemblo

   Crónica de JuanCar

(...) Daría un largo paseo por el bosque y embriagaría mis ojos con todas las bellezas del mundo de la naturaleza, intentando desesperadamente absorber el gran esplendor que se despliega en todo momento ante lo que pueden ver.
Helen Keller
Hacía ya mucho tiempo que le teníamos ganas a la zona de El Tiemblo. Ya el año pasado, al ver las fotos de los bicivoladores en el castañar, pensamos que más pronto que tarde teníamos que acercarnos a rodar por allí. El problema para nosotros es la logística, y es que El Tiemblo, a poco más de una hora y veinte minutos desde Madrid, se hace un poquito lejos para ir, pedalear, y darse la vuelta a casa y más teniendo en cuenta que las rutas por allí no son precisamente fáciles, por lo que teníamos que buscar el fin de semana propicio para poder ir todos con menos prisa de lo habitual.
Llevábamos, pues, bastantes semanas, yo diría que meses, planificando el mejor fin de semana para ir, la ruta que más se acomodara a nosotros, y el grupo de amigos que asistiría. En un principio, las fechas elegidas se acercaban más al principio del otoño, con lo que suponíamos que el castañar iba a estar en su punto más bonito pero la posibilidad de que muchos de los compañeros no pudieran asistir hizo que se propusieran fechas más entradas en el otoño. La fecha elegida, pues, fue el sábado 30 de noviembre y a riesgo de no poder visitar el castañar y sus alrededores en su máximo apogeo.
Llegó el día. Un día frío y ventoso que no era más que la continuación de los días casi invernales que habíamos estado sufriendo. Eran las 7:20 de la mañana, cuando salíamos algunos de nuestro punto de origen habitual camino de la provincia de Ávila. Era noche cerrada y hacía un frío intenso. El cielo se adivinaba completamente despejado aunque la previsión meteorológica anunciaba nubes, frío y viento por la zona de El Tiemblo. Según íbamos acercándonos a nuestro destino por la conocida autovía-carretera de los pantanos y mientras amanecía, veíamos como el cielo se iba llenando de nubes grises y amenazadoras. Aun así estábamos tranquilos, era seguro que no iba a llover, tan seguro como que íbamos a padecer un frío del carajo. A la entrada de El Tiemblo Pablo, Jesús y yo nos cruzamos con un coche que llevaba en lo alto una bici: nuestro amigo Trisqui estaba, como nosotros, llegando al punto de inicio de la ruta en el que ya estaban Pachi, Javi_apf, Walles, Antonio, Gorcam y Marek. Mejor dicho, estaban sus coches, porque de ellos no había ni rastro, habían salido huyendo hacia el cercano Hotel a refugiarse del frío y de paso tomarse un café calentito mientras llegábamos los demás.
No pasó mucho tiempo hasta que aparecieron todos. A los anteriores se sumaban en muy pocos minutos Agila, Karpov, Peke, Manuel y Markievich. Es decir, quince compañeros que no estábamos dispuestos a que el frío, el viento y la más que probable nieve que veíamos en las alturas nos impidiera disfrutar. Tras pertrecharnos bien con todas las capas cebolleras de que disponíamos, y una vez que todos estuvimos preparados y listos, nos dispusimos a comenzar nuestro periplo por esta parte del sistema central. La idea inicial, la que habíamos estado urdiendo durante semanas era seguir el track que Efrén y los bicivoladores habían realizado el año anterior: salir de El Tiemblo hacia el castañar, llegar a Casillas para subir el puerto y atravesando el valle de Iruelas, volver a El Tiemblo bordeando el embalse del Burguillo. Pero dicha idea inicial parecía no convencer a los que conocen la zona como el pasillo de su casa, y Trisqui, gran sherpa y conocedor de aquellas latitudes, nos convenció de que la forma en la que íbamos a hacer el track era bastante más dura que si lo hacíamos en sentido contrario. Tras un breve momento de reunión inesperada, decidimos hacer caso a Trisqui y emprendimos la marcha camino del embalse del Burguillo para hacer nuestra ruta circular en sentido contrario al que inicialmente habíamos previsto. Los primeros  casi 10 kilómetros los hicimos por carretera en ligera pero continua pendiente ascendente y con un viento helado que, básicamente nos soplaba de 
cara. En seguida se rompió el grupo con Trisqui, Agila, Marcos y Manuel a la cabeza y a bastante distancia el resto también dividido en dos pequeños grupos mientras serpenteábamos primero por la N-403 hasta la presa del embalse de Burguillo y después por la AV-P-418 que nos adentra en las proximidades del valle de Iruelas. El recorrido de estos primeros 10 km es rápido y vivo, con un paisaje curioso ya que la carretera se encuentra justo por encima del embalse a nuestra derecha, y un frondoso bosque de pinos a nuestra izquierda, con el cielo totalmente encapotado ya. La llegada a la presa por la N-403 fue la parte más rápida de la ruta. Justo en ese punto abandonábamos la carretera 
nacional para, tomando la AV-P-418, ir adentrándonos en el valle de Iruelas. Y casi como punto de acceso, como lugar de paso obligado, paramos en la ermita del Carmen que nos serviría para cumplir dos misiones: agruparnos y visitar un curioso mirador sobre el embalse del Burguillo al que se accede por una pasarela de madera. Las vistas del pantano son cuando menos curiosas, y supongo que en un día despejado y soleado las vistas del macizo de Gredos han de ser francamente espectaculares, de las que nosotros, 
desafortunadamente no pudimos disfrutar. Tras salir del mirador y de la ermita del Carmen, el camino hace una especie de giro de 90 grados hacia el sur para adentrarse en el valle de Iruelas siguiendo una de las colas del embalse. Los primeros metros dentro del valle ya resultan espectaculares. La garganta del Iruelas es preciosa. Rocosa, todo lleno de un musgo de color verde intenso, en el interior de un tupido bosque de robles que en muchos casos resaltaban por su intenso color amarillo-marrón. Poco a poco, y siguiendo la pista asfaltada, nos vamos adentrando más y más en el valle, aún sin sufrir ninguna pendiente de especial consideración, hasta que, justo después de parar en un puente sobre el río, en un entorno que yo me atrevería a calificar de mágico, empezaban las rampas que nos llevarían al puerto de Casillas. Pero permitidme que me quede un rato en el puente. El puente, de piedra, que atraviesa el río desde su margen derecha a la izquierda, deja 
entrever un paisaje espectacular. Las rocas aún más salpicadas de un musgo de un verde aún más intenso, el agua, corriendo río abajo y formando pequeños saltos entre las piedras que llenaban el curso del río, y el bosque, al fondo, precioso. Un bosque mixto de pinos, algún que otro castaño y sobre todo robles, que aunque ya en una fase de entrado invierno nos mostraba una exuberancia exquisita. Es como uno de esos bosques de los cuentos infantiles donde perfectamente podían vivir Hansel y Gretel. Pero nuestro cuento era más duro que el de los Hermanos Grimm. Atravesar el puente y comenzar las rampas fue todo uno, y comenzar las rampas y empezar a aparecer nieve en el suelo, también fue todo uno. Vamos, que a la maravilla que era el entorno en el que nos encontrábamos, había que añadir el encanto de la nieve, en perfecto estado, nada helada…nieve en polvo que se llama. Poco a poco, y ya claramente divididos en dos grupos, íbamos negociando las rampas de la subida al puerto de Casillas. Cuanto más subíamos, más dura era la 
pendiente y más empeoraban las condiciones ya que la capa de nieve iba teniendo más espesor aunque esto no dificultaba en exceso nuestro pedalear, es más, bien al contrario nos parecía encantador poder estar por allí, en ese entorno y en esas condiciones. Fue en una de las curvas de casi 180 grados cuando pudimos comprobar, una vez más, la belleza del paisaje. La altura alcanzada nos permitía poder ver las cumbres más altas totalmente nevadas y las laderas de las montañas cercanas a trozos verde, a trozos amarillo/marrón, y es que la mezcla de robles, pinos y castaños, en esta época del año produce ese efecto colorido tan maravilloso. Las reagrupaciones en la subida fueron bastante numerosas. Unas veces debido a que algunos íbamos quedándonos más rezagados y otras a alguna que otra avería, como fue mi caso, que si no es por Antonio, no me doy ni cuenta de que había pinchado mi rueda trasera y probablemente hacía muchos metros, y es que rodar en nieve tiende a confundir tus sensaciones.
Poco a poco, disfrutando de la nieve, del paisaje, de los charcos totalmente helados y soportando las inclemencias del tiempo, fuimos alcanzando el final de la pista que no era otro que el puerto de Casillas, donde el grupo que iba en cabeza se encontraba ya hace bastante rato esperándonos. Ese tiempo de espera se traducía en caras y cuerpos muertos de frío que pedían casi a gritos ponerse en marcha. Así pues, los avanzados del segundo grupo dimos el relevo a los del primero que se disponían a bajar lo ascendido pero por la ladera contraria para esperarnos una vez más en el pueblo de Casillas. 
Cuando el resto de compañeros llegaron a la cima, tras un ratito de descanso y otro de lecciones de geografía del Maestro Marek, que nos enseñó por donde se subía al pozo de la nieve, al alto de Casillas y por dónde podía uno irse hacia la Adrada, retomamos la marcha y nos tiramos a tumba abierta para descender lo ascendido…bueno, no todo lo ascendido, porque mientras que el ascenso se prolongó por cerca de casi 10 km, el descenso no alcanzaba los 6 km de distancia hasta el pueblo de Casillas. La cara sur, por la que descendíamos, no tenía nieve como la cara norte. El frío era igualmente intenso, pero la velocidad que alcanzamos en la bajada amplificaba esa sensación y nos dejó a todos con las manos y la cara heladas. Menos mal que en menos de un pis-pas, estábamos ya en la caseta del polideportivo de Casillas en la que, en su entrada, vimos las bicis de nuestros compañeros que estaban en el interior, en el bar restaurante, empezando a disfrutar de un caldito caliente que les entonara. La idea nos pareció tan buena, que al final acabamos todos con un buen tazón de caldito calentando nuestras manos y nuestros estómagos, mientras una estufa catilítica “SuperSER” nos calentaba a turnos las piernas y pies. 
Era ya bastante tarde, concretamente las 13:15 de la tarde y aún nos quedaban cerca de 20 km de ruta. Así pues, volvimos a ponernos en marcha y a afrontar la bajada hacia el pueblo de Casillas y la brutal subida por las calles del pueblo camino de su salida oeste para ir a encontrarnos con el castañar. La salida de Casillas merece mención aparte. Un pueblo con unas cuestas infernales que acaban en un bosque de robles con unas rampas dignas de consideración. Las piernas, ya resentidas de la subida al puerto de Casillas empezaban a quejarse por el esfuerzo, pero las ganas de terminar, el chuletón que nos esperaba en Casa Mariano, y el espectáculo del castañar del Tiemblo nos animaban a seguir. 
La pista asfaltada da paso a una pista de tierra bastante mojada y algo embarrada por las últimas nieves y lluvias. La pista de tierra da paso a un camino algo más ancho que un sendero que se va adentrando, poco a poco y por un precioso bosque de robles, en el castañar de El Tiemblo.La entrada al castañar, desde Casillas, se hace atravesando una rampa con una pendiente infernal que más de uno y más de dos tuvimos que hacer a pie. Inmediatamente después, una también infernal bajada nos introduce en un maravilloso bosque de castaños, un bosque precioso, con escasa vegetación en el suelo y que nos añade un plus de dificultad: el camino, cubierto de las hojas caídas de los castaños nos impide saber qué hay debajo de ellas y nos invita a extremar precauciones. No es día ni ruta para tener un accidente. 
Enseguida, ya inmersos en el maravilloso castañar de El Tiemblo, alcanzamos a nuestros compañeros más avanzados que estaban esperándonos en el refugio de Majalvilla, un curioso lugar de formas abovedadas cuyo interior está decorado de pinturas de vivos colores. Desde el refugio al “abuelo” hay escasos 100 metros. El “abuelo”, un castaño de más de 525 es una de las atracciones más importantes del castañar. Se trata de un inmenso castaño cuyo tronco, hueco por el paso del tiempo, puede dar cabida completa a 
un grupo tan numeroso como el nuestro. Una especie de monumento natural que recibe miles de visitas al cabo del año y situado en un entorno que yo calificaría de simplemente espectacular. La visita al “abuelo” coincidió con la reparación de la rueda trasera de la bici de Pablo, la segunda avería del día que no tuvo más importancia. Por lo que una vez reparada su rueda, retomamos de nuevo el camino al que sólo le restaban ya escasos 12 km y en franco descenso. Así pues, tras terminar de atravesar el castañar y salir por su aparcamiento, tomamos la pista que nos conduciría sin remedio hasta las calles de El Tiemblo.   
El descenso fue rápido, y en poco más de media hora estábamos ya de regreso en los coches. Era tarde, bastante tarde. El reloj marcaba más de las 16:00 y algunos compañeros decidieron que lo mejor para ellos era tomar un bocadillo rápido mejor que sentarse en Casa Mariano. Así pues, quitando a Trisqui que volvió a casa sin quedarse a comer, Pachi, Marek, Pablo, Gorcam y Terminal, buscaron un sitio para comerse un bocadillo rápido y salir pitando hacia sus respectivas casas, mientras que los nueve restantes: Walles, Antonio, Javi_apf, Peke, Agila, Manuel, Marcos, Rubén y yo nos quedábamos en casa Mariano dándonos un auténtico atracón. Algunos comieron de menú, otros nos hartamos 
de judiones y de chuletón, pero todos acabamos a reventar, llenos de verdad y satisfechos por la ruta y por la opcional en forma de comida. Al subirnos en los coches caímos en la cuenta de que ya estaba anocheciendo. Eran más de las 18:00 cuando salíamos de Casa Mariano, y la noche se nos echó encima antes de salir de El Tiemblo.
Yo, por mi parte, salí de allí con la sensación de que el tiempo se me pasó muy rápido. Una experiencia digna de repetirse como mínimo una vez al año en la que la compañía, la ruta, el paisaje, el olor y la comida son en toda la extensión de la palabra, excepcionales.
                                                                        Fotos de Jesús
                                                                        Fotos de Marcos y otros

domingo, 24 de noviembre de 2013

Una Maria y gracias

                                                                    Fotos de Jesus
                                                                    Fotos del Negro (Jose)

domingo, 10 de noviembre de 2013

CumpleZarzo en el Cañón

                                                                       Fotos de Jesus

domingo, 3 de noviembre de 2013

Desde Alpedrete a Cercedilla sin pedrolos ¡jeje¡

                                                                           Fotos de Jesus

domingo, 27 de octubre de 2013

Recortamos el Tres Provincias

  Despues de  la paliza que nos pegó el Tres Provincias había  ganas de revancha y la mejor forma que encontramos es recortar el track clásico en unos 15 kms, lo que no quiere decir que sea un paseo, tiene mas o menos 19 km de subida de un tirón. Para esta revancha aprovechamos el fin de semana del cambio de hora, lo que nos daba una hora de propina, lo que unido a un domingo que se presentaba con buen tiempo nos hizo juntarnos once compañeros en el pueblo de Somosierra, Jesus(Terminal), Pablo, Antonio, Javi Carvajal, Joseuno, Pachi, Fernando (Ciclo), Amador (Cronos), Rodrigo, Jose (Ballesteros) y el humilde cronista de hoy, Javi (Marek). Mención especial para Rodrigo y Ballesteros que creo que no se habian visto en otra prueba como esta, tanto fisica como animica.
A las ocho y cuarto mas o menos despues de saludarnos y charlar un poco iniciamos la marcha en direccion Madrid por la carretera, en este primer tramo nos acompañaba Santi (LCIRPM) que junto con dos amigos iba a hacer una ruta por la zona. La velocidad que se coge hacia que sintieramos algo de fresco, sabiamos que no iba a durar mucho, pronto empezariamos a sudar, a todo esto Pachi habia cogido carrerilla y se habia pasado el desvio, no seria la primera vez, asi que hubo que llamarle a gritos. Al ir a entrar en la dehesa de Somosierra primer mosqueo, un cartel nos indicaba que se iba a realizar una batida de jabali en la zona, por suerte nadie dudo y pasamos la puerta y empezamos la primer subida del dia, despues de atravesar el arroyo de la  Dehesa nos esperaba una subida tecnica que unida a lo pesado del terreno obligo a echar pie a tierra a practicamente todo el mundo, una vez arriba Santi y sus compañeros siguieron dentro                                            
 de la dehesa y nosotros salimos para enlazar con el track que hicimos en Julio, aqui Pachi volvio a desmarcarse y otra vez a llamarle a gritos, mientras tanto yo segui el track para abajo pensando que la mayoria me seguia y cuando enlazo con la pista de subida y miro para atras resulta que voy solo, sigo un poco para delante y de repente oigo a Jesus que me llama asi que vuelvo al inicio del camino a esperarles, una vez todos juntos otra vez me acoplo como es mi costumbre al furgón de cola, asi que casi todo lo que cuente ahora es mi visión desde la retaguardia. La verdad es que he disfrutado acompañando bastante rato a Rodrigo y Ballesteros hasta el collado de los Mosquitos y viendoles la cara y los gestos que hacian, algunos tramos lo han pasado mal pero no se han rendido en ningun momento y al final lo han conseguido.
Hasta llegar a los Mosquitos la ruta transcurre por un pinar de repoblacion que tiene a la izquierda las estribaciones de la Cebollera Nueva y a la derecha unas veces el valle del Lozoya con la Cuerda Larga y Peñalara al final y un poco mas cerca la sierra de la Cabrera, otras veces la vista cambia y lo que vemos es el embalse del Atazar, la peña de la Cabra, la Tornera, el Porrejón, vamos la naturaleza en toda su máxima expresión, sin prisas pero sin pausa nos acercamos al punto desde el cual la ruta
nos va a mostrar toda su dureza, Rodrigo y Ballesteros continuan su marcha disfrutando de los momentos y sabiendo que cada vez tienen mas cerca su objetivo, despues de una serie de revueltas ya se intuye la pista que en alguna ocasion hemos utilizado para bajar a Horcajuelo, aqui Rodrigo se distancia un poco y yo aflojo la marcha para acompañar a Ballesteros llegamos a la pista y despues de rodar juntos unos metros me dice que va bien y como ya no hay posibilidad de perdida y siempre teniendole mas o menos a la vista me uno a Rodrigo y poco despues atravesamos el paso canadiense
que nos deja en el collado de los Mosquitos, hablamos con los compañeros que ya llevan un tiempo alli y empezamos a comer un poco, Ballesteros no tarda mucho en llegar y tambien aprovecha para comer algo, aprovechamos tambien para hacer la primera foto de grupo, ya es un clasico el hacerla en
este sitio, se ve la satisfacción en los rostros de todos, pero alguno no puede evitar que se le note algo mas. A partir de aqui queda lo mas complicado asi que sin perder tiempo iniciamos la marcha, la ya
famosa primera rampa nos coloca en fila de a uno y se forma una procesion de ciclistas, mientras
nosotros subimos vemos bajar por el cortafuegos que continua nuestra pista un todo terreno, cuando el camino gira a la derecha, atras quedamos Rodrigo, Ballesteros y yo, aqui cada uno tiene que aprovechar sus fuerzas para llegar a la Cebollera Vieja que nos reta en la distancia, creo que la disminucion de kilometros nos han ayudado a todos, por lo menos a mi si, y creo que hemos llegado mas frescos que otras veces, despues de bordear cabeza Tempraniego llegamos al collado donde se aprovecha para hacer un alto y disfrutar de la vista, aqui esta Jesus haciendo fotos a todo lo que se menea, me quedo con el y le comento que los que vienen detras no estan muy lejos, en eso y separados tambien pasan tres colegas que estan haciendo una ruta por la zona, a lo lejos se ve a
nuestros compañeros que han seguido la marcha, parece mentira lo que queda todavia desde aqui , se ven como pequeñas motas de color que avanzan poco a poco por la ladera de la montaña, al rato aparecen los dos rezagados y lo hacen como los grandes dando pedales, Jesus con gran vision les dice que no paren y sigan para arriba, al poco Jesus y yo les imitamos e iniciamos la parte final de la ruta, pasamos a nuestros compañeros y nos disponemos a coger al ultimo de los bikers que habia pasado antes, Jesus fuerte como va lo  consigue y esta apunto de pillar al que iba delante, le falto poco pero consiguio llegar arriba montado, yo mientras tanto consigo alcanzarle y cuando le estoy pasando hace un extraño y yo por las dudas echo pie a tierra, la verdad es que me ha quedado poco, me uno a los compañeros que ya tienen lleno el chozo pastoril que hay alli, pero nada que ver a como estaban este pasado mes de Julio, de hecho alguno estaba recostado tomando el sol, mientras llegaban nuestros ultimos compañeros, Pachi nos repartio unas onzas de chocolate de las que dimos buena cuenta. Rodrigo y Ballesteros llegaron uno detras del otro y se tomaron un respiro, creo que fue el momento en el que se dieron cuenta lo que habian conseguido y Rodrigo dijo una frase que se quedara en la mente de mas de uno:"Si todos los dos miles son asi, no me lleveis a otro sitio" no es literal pero es
 su idea. Desde aqui nos montamos en las bicis e iniciamos el ultimo tramo que nos llevara al monolito y al vertice geodesico y hay que hacerlo a lo grande encima de la bici y pedaleando, una vez en el Tres Provincias empieza la sesión fotografica, se forma una cola y Jesus va retratando uno a uno a todo el grupo, comemos algo y hacemos la foto de grupo en el punto mas alto asi que rodeamos el vertice, a los que es la primera vez que suben se les nota en la cara, ademas han tenido suerte con el dia y hay vision hasta muy lejos, pero todo se acaba y hay que iniciar el descenso.

No se si es ya por las veces que hemos estado pero el tramos pedrolero del principio tenia muy marcada la trazada, asi que fuimos montados mas que otras veces, de hecho mas de uno creo que lo hizo entero sobre la bici, lo que queda desde aqui es una bajada en la que se disfruta bastante, de hecho Rodrigo y Ballesteros se lanzaron y dejaron atras a los que bajamos mas tranquilos, al llegar a la pista de enlace el ya clasico pinchazo-reventon que no falta nunca en este tramo, una vez reparado

hay que seguir bajando y gozando de las vistas y del desnivel, pero todo se acaba y esto termina una vez que vadeamos el Duratón, aqui hubo visita turistica a la chorrera de los Litueros y segun iban volviendo se dirigian a los coches, no era cosa de tentar al bonobici. Lo unico malo de esta ruta son

los dos kilometros ultimos por la antigua N-I en una subida tendida en la que suele soplar siempre un vientecito que dificulta el rodar, por desgracia no hay forma de suprimirlo.
Creo que hemos disfrutado todos de la ruta pero tengo que hacer mencion especial a Rodrigo, cada vez va mejor y lo pasa en grande y a Ballesteros, despues de tres meses sin montar se atreve con un miura como el Tres Provincias.



                                                                          Fotos de Jesus

domingo, 20 de octubre de 2013

Senderos de Valmayor

                                                                   Fotos de Jesus