domingo, 19 de julio de 2009

Media Horizontal desde el Pto. de Navafria



Cuando iba subiendo por el puerto de Navafría recordaba la primera vez que lo hice hace ya nueve años, aquella vez comenzaba una aventura con mi mujer que nos llevaría hasta la actualidad y que nos

ha hecho recorrer la sierra de Madrid y encontrar nuevas rutas para la bici, por suerte el estado actual de la carretera no es el de entonces. Llegué sobre las ocho y media al aparcamiento que han hecho antes de entrar a la provincia de Segovia y donde iba a empezar nuestra excursión, en esos momentos solo había un coche aparcado. Poco después empezaron a llegar mis compañeros de ruta, aquello

parecía una caravana en un momento cuatro coches mas poblaron el exiguo parking, Antonio, Jesús, Roberto, José, Navarrete (al que no veía desde la primera subida a las Zetas) y una cara nueva Nacho (cuñado de Roberto), después de los saludos y presentaciones montamos las bicis y comenzamos el recorrido, también lo empezaron otros tres bikers más que habían llegado mientras nos preparábamos (dos hombres y una mujer a los que iríamos adelantando y dejándonos adelantar durante casi toda la ruta). La Horizontal como su nombre indica es una pista forestal sin apenas desnivel total que va

desde el puerto de Somosierra al de Navafría, según las estimaciones la distancia varía entre los 43 y los 50 Km. Nada más empezar nos metimos en una umbría provocada por los pinos que crecen a ambos lados del camino, cuando salimos a terreno despejado las vistas que se nos ofrecían eran, como casi todas las de la sierra, preciosas, debajo de nosotros y después de pasar un bosque de pinos y el pueblo de Lozoya se veía el embalse de Pinilla, al mismo nivel que nosotros el Portachuelo, el Espartal, los altos del Hontanar, más lejos la cuerda Larga, Peñalara y detrás de nosotros

vigilándonos, el pico del Nevero. Cuando terminamos de hacer fotos, la verdad es que somos como los japoneses paramos y sacamos cada uno la cámara digital, proseguimos pedaleando. La ruta no tiene casi dificultad aparte de algún repechin y el estado del suelo, no sólo compuesto de piedra suelta sino también de los recuerdos que van dejando las vacas de la zona, algunas de la cuales nos obligaron a echar pie a tierra y a desalojarlas del camino por el método antiguo del ¡¡Vaaaca!! y el cantazo correspondiente. El camino invita a ir relajado y con un ritmo bastante alto para lo que se estila en nuestro grupo, no había un líder claro y todos tuvimos nuestro momento de gloria, incluso Nacho que no estaba seguro de dar la talla, cuando ya llevábamos unos 20 km de los 25 más o menos

que íbamos a hacer Antonio pinchó, momento que alguno (y no digo quien) aprovechó para plantar un pino con la cantidad de ellos que hay y los demás seguimos adelante para intentar llegar al punto que teníamos fijado. La pista aquí tiene una serie de tramos en los que la vista engaña , te crees que vas subiendo cuando en realidad es todo lo contrario, como vimos que los demás no nos seguían paramos en una curva comimos la consabida barrita y nos dimos la vuelta. Cuando llegamos al punto donde se habían quedado reparando el pinchazo nos estaban esperando Roberto y Navarrete, Antonio se había vuelto ya, al parecer no se encontraba del todo bien, Jesús junto con Navarrete tiraron para adelante y José, Roberto, Nacho y yo les seguimos a un ritmo más tranquilo, en un momento José nos dejó también y los tres que quedamos seguimos más relajados disfrutando del paisaje y de la compañía, lo que no evitó que en un momento y sin que nos diéramos cuenta Nacho se bajara de la

bici de forma poco ortodoxa, por suerte no fue nada y pudimos seguir sin ningún problema, no sin ver primero el "camelback" que llevaba metido en la mochila, una botella de agua de dos litros. La vuelta al ser por el mismo camino se hace más pesadita, es algo en lo que coincidimos todos y que yo recordaba de la vez que lo hice con mi amigo Andrés, ya estábamos llegando y ya se veía más movimiento de ciclistas y senderistas por el camino, pensábamos que cuando llegáramos ya se habrían marchado todos, pero cual fue nuestra sorpresa que José y Navarrete estaban esperándonos, Jesús y Antonio se habían marchado por que ya he dicho que Antonio no se encontraba bien. El aparcamiento estaba lleno y seguían llegando coches, así que cuando terminamos de cargar las bicis y dejamos cuatro huecos alguno vio el cielo abierto, nosotros terminamos el día en un bar de El

Cuadrón al que mejor no volver porque la bebida te la sirven pero como pidas algo de comer se olvidan de prepararlo, nos despedimos hasta otro día, que posiblemente por mi parte no sea hasta el mes de Septiembre, y nos fuimos para casita que algunos tenían todavía un camino bastante largo. No quiero terminar sin tener un recuerdo para el "otro Javi" al que una reunión familiar no le permitió estar con nosotros como le hubiera gustado. Aquí todas las fotos.

                                             

2 comentarios:

Anonymous dijo...

Hola Javi soy Antonio, como siempre la lectura se hace muy amena y agradable. Por otro lado, nos fuimos tan pronto por mi síndrome de "cagaprisas" provocado por Paqui, mi mujer, eso sí con toda la razón del mundo, ya sabes que la dejo con los dos niños, que apenas la dan un respiro de paz. Ah! que pase usted unas muy felices vacaiones junto a su familia, hasta sepetiembre, cuidate.

Jose J. dijo...

Parece que va tomando forma el blog ehhhhh¡¡¡¡¡
Si parecemos profesionles y todo.

Un saludo para todos.

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