sábado, 26 de junio de 2010

Los tres embalses


Crónica por Nacho


Ruta muy bonita en un día un poco raro.
Raro porque hacía un día que no sabías si ponerte el chubasquero o abundante cremita de protección solar. Finalmente optamos por los chubasqueros y acabamos todos achicharrados por el sol.
Raro por la manera de quedar, ya en la quedada de Vicalvaro, el único que llegó antes de la hora fue Roberto, demorándonos un minuto los demás y teniendo a Roberto un poco nervioso. Igualmente al llegar a El Berueco vemos que Javier no ha llegado aún, cosa esta inusual.
Raro por la prisa que tenía yo por terminar temprano para la siguiente cita y que nos hizo perdernos parte de la ruta preparada por Javier.
En fin, a pesar de todo, y habiendo quedado a las 8:30, empezamos a dar pedales sobre las 9.
Comenzamos saliendo del pueblo por la carretera M-131, aunque enseguida cogimos el camino hacia el primero de los embalses, el de El Atazar, para lo que bajamos una cuestecita que, si bien se hacía muy agradable, hacía pensar lo que sería el final de la ruta, pues deberíamos subirla para terminar.
Tras llegar al embalse y hacer la primera paradita para contemplar el paisaje, cogimos la pista que lo bordea, un paseo prácticamente llano de lo más agradable por la temperatura y el olor que desprendían las jaras y demás flora a esta hora. Después de varias paradas para hacer fotos, pues el paisaje invitaba a ello, llegamos a la carretera M-127, que nos había llevado hasta El Berrueco desde la A1. Por esta carretera bajamos hasta la presa del Villar donde hicimos una nueva paradita para más fotos.
Continuamos un tramo por esta carretera hasta la entrada a la pista del pinar de Casasola, que fue donde nos empezamos a encontrar con el desagradable barro. Desde esta pista pudimos ir viendo el segundo de los embalses, el de Villar, aunque con peores vista que habíamos visto el primero. Siguiendo por la pista con varios sube-bajas, charcos, barros y demás penalidades. Viendo que yo tenía prisa, dejamos para mejor ocasión una variante de la ruta, que nos hubiera hecho no pasar por los dos pueblos que más tarde veríamos, llegando de esta manera a Serrada de la Fuente, donde hicimos la escala técnica para aprovisionarnos, refrescarnos, e incluso, alguno, intentar lavar la bici, aunque se cortó con la llegada de unos lugareños.
Una vez desayunados, refrescados y algo más limpitos, atravesamos el pueblo y salimos de nuevo a la M-127, bajando por ella, ya en dirección de regreso hacia Paredes de Buitrago, pueblo este que también atravesamos, un poco a la aventura, pues veíamos el camino que teníamos que seguir pero no por donde cogerlo. Una vez tomado este camino, nos llevó hasta un nuevo cruce con la carretera, entramos en otra pista desde la que comenzamos a ver el embalse de Puentes Viejas, y que nos llevaría prácticamente hasta su presa, que cruzamos por encima, en una carretera para un solo vehículo y sobre la que procedimos a tirar las correspondientes fotillos, esta vez ya en posición de sentados.
Después de cruzar la presa, y continuar un rato por carretera, tomamos, esta vez si, una de las variantes que nos tenía preparadas Javier, y que como pudimos comprobar, nos costó bastante por culpa del barro, teniendo tramos tan impracticables que en lugar de BTT hacíamos BTB (bicicleta todo bosque). En esta zona, todos los bikers buenos, los que llevan pedales de los llamados automáticos y no como otros que llevamos pedales de mariquitas, aprovecharon, uno tras otro, para bajarse de manera poco ortodoxa de sus bicicletas, alguno de ellos sin avisar, lo que ocasionó que se le pasase por encima, cosa esta avisada momentos antes por el primer descabalgador.
Por este último camino llegamos al pueblo de Mangirón, que atravesamos, sorteando todos los obstáculos que las obras nos ponían pero sin bajarnos de nuestras máquinas, y evitamos la última de las variantes a la ruta prevista, volviendo por carretera hasta el final de la pista que habíamos tomado por la mañana, al comenzar la ruta, deshaciendo desde este punto el tramo hecho por la mañana más agradablemente, con mucho menos calor y muchos mejores olores pues ya las jaras habían dejado de desprender sus agradables aromas para desprender un asfixiante calor.
Tras subir la cuestecita que nos habíamos imaginado dura cuando la bajamos, llegamos al parque junto al que habíamos aparcado los coches. Aprovechamos para refrescarnos un poco, cargar las bicis, y uno salir corriendo con el coche, y los otros quedarse de opcional, la cual, imagino, disfrutaron tanto como de esta preciosa ruta aunque se haya mostrado un poco dura por el barro encontrado. Habrá que repetirla en otra época del año, ya completa con sus variantes y sin prisa.
Fotos de Jesus
Fotos de Nacho


Por el pinar de Casasola from marek1204 on Vimeo.

2 comentarios:

terminal dijo...

javi muy amena la cronica de esta preciosa ruta, aunque le sobro la pertinaz absorcion del barro que nos encontramos pero lo dicho encantadora y con ganas de repetirla a ver si la hacemos ya sin prisas y completa como la tienes proyectada, la parte de campo hasta magiron ma ha gustado solo que tiene que estar seco para disfrutarla cien por cien

saludos

Javier dijo...

Nacho muy buena cronica, ya veo que eres el unico que se echa p'alante.

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