Camino de Tamajón la niebla no presagiaba nada bueno, yo por experiencia no me daba por aludido, una de la mejores rutas que he hecho empezó peor con una niebla mucho mas espesa y luego salió perfecta. Cuando llegamos ya había unos cuantos compañeros que nos estaban esperando, después de los saludos de rigor y alguna que otra presentación sobre las 9,30 empezamos la marcha dieciocho esforzados aventureros en bicicleta y uno mas andando, porque eso era lo que nos esperaba hoy una aventura, estos son los nombres de los valientes: Javi Martin, alma mater de la ruta, Maria, Toñi, Mila, Alvaro, Mariano, Dani, Rafa, Zarzo, Roberto, Pachi, Manolo, Jose, Proco, Ruteriño, Peralesbiker, Enrique y yo, Sebas fue el que se monto la aventura andando.
La ilusión por empezar hizo que algunos se pasaran el camino que teníamos que tomar y tuvieran que dar marcha atrás para salir de Tamajón por una pista que bordeaba la iglesia, el ritmo fue en todo momento tranquilo y aunque el terreno estaba humedecido por las ultimas lluvias, el barro no era impedimento para avanzar, unas veces por un camino bien delimitado y otras un poco al azar, pronto llegamos al cruce con la carretera que lleva a Valverde de los Arroyos, como por esta zona no hay mucho tráfico la atravesamos sin ningún problema y continuamos en ligero ascenso en dirección a nuestro primer destino el pueblo de Almiruete, aquí y después de observar a lo lejos un corzo nos despistamos un poco y seguimos el camino que estaba mas marcado, por suerte nos dimos cuenta a tiempo y volvimos sobre nuestros pasos, hasta que conseguimos encontrar la senda que debíamos seguir, poco después el pueblo aparecía ante nuestros ojos y después de una bajada por una especie de cornisa y el correspondiente cruce de un arroyuelo, llegamos a la altura del cementerio del pueblo, solo teníamos que seguir esta pista para entrar en el casco urbano, aquí empezamos a ver las famosas construcciones en pizarra que dan nombre a los pueblos de la zona. Paramos al cobijo de la iglesia, aprovechando para comer algo y hacer unas cuantas fotos, rehaciendo el camino por el que habíamos entrado nos dirigimos al punto mas alto del día el puerto de Almiruete, para subirlo cada uno puso el ritmo que mejor le venia y después de unas cuantas revueltas llegamos arriba, desde aquí y a pesar de que el día no estaba todo lo claro que hubiéramos querido las vistas eran impresionantes, la mole del Ocejon nos saludaba desde sus 2000 metros de altura envuelta en nubes, abajo todo el valle del Jarama y salpicados entre el verde de los campos los pequeños "Pueblos Negros", una vez nos hubimos reagrupado iniciamos el descenso por una pista en un estado bastante aceptable, si al subir cada uno puso su ritmo a la hora de bajar mas o menos hicimos lo mismo y antes de darnos cuenta llegamos a una desviación en la que nos estaban esperando algunos de los que bajan con mas soltura, a partir de aquí nos lanzamos por una especie de cortafuegos que nos dejo a orillas de un arroyo que teníamos que atravesar para continuar nuestra ruta, aqui también cada uno uso su técnica, otros como yo mismo que de eso no nos sobra optamos por descalzarnos y pasar el riachuelo andando. Después del vadeo iniciamos la parte mas dura del día, había que subir por un camino haciendo lo que se llama empujabike, algunas de las cuestas eran de un 25% de desnivel, así que cuando por fin montamos otra vez en las bicis respiramos con tranquilidad, nos reagrupamos en un pequeño llano a los pies del Ocejón, la ruta estaba compuesta básicamente de subidas y bajadas, por suerte ahora y hasta llegar al pueblo de Campillejo nos tocaba otra bajada, hicimos nuestra entrada en el pueblo por el campito de fútbol y después de rodar unos 500 metros por la carretera nos desviamos a la derecha por una pista que nos llevaría en continuo ascenso y después de cruzar pequeños arroyos al pueblo de Majaelrayo, aquí nos reagrupamos justo al lado de un cartel que pone Camino del Ocejón, atravesamos el pueblo haciendo fotos como si fuéramos turistas japoneses y nos cruzamos con diversos grupos de turistas que estaban visitando la zona. En la plaza del pueblo nos paramos a comer, en el bar del pueblo algunos aprovecharon para comprar unos bocadillos calientes y dar buena cuenta de ellos al calorcito del sol, cuando no se nublaba con alguna nube. Aquí ya teníamos dudas de poder completar la ruta, la hora se nos estaba echando encima y todavía nos quedaba la mitad del recorrido y encima con la parte desconocida. Cuando terminamos de comer abandonamos Majaelrayo y enlazamos con la carreterilla que sube al puerto de la Quesera y a la provincia de Segovia, despues de subir un trecho y cuando la carretera tomaba inclinación positiva tuvimos que abandonarla para coger el camino que nos llevaría a nuestro siguiente destino, el pueblo de Robleluengo, aquí se hacían mas presentes los trozos de pizarra en el suelo, así que poco antes de entrar en el pueblo, Mariano rompió la cubierta, único contratiempo del día, por suerte Rafa había hecho caso de la recomendación de llevar una cubierta de repuesto y gracias a ello se soluciono el problema, hicimos nuestra entrada en el pueblo y nos hicimos mas fotos a la sombra de la iglesia, otra cosa no pero iglesias las hemos visto todas. Nuestra próxima parada seria Campillo de Ranas, para llegar allí y después de un pequeño despiste cogimos un caminillo que nos llevaba entre jaras que nos iban dando en el cuerpo y en las bicis, algunas estuvieron a punto de hacer caer a alguno, este sendero nos llevo de cabeza a otro arroyo, y este no había forma de pasarlo montado, así que alguno mas imito mi método de pasar ríos y se descalzo, después de volvernos a calzar reanudamos la marcha y entramos en el pueblo, hicimos la correspondiente visita a la iglesia y decidimos entre todos tomar la escapatoria por la carretera, eran las cuatro de la tarde y todavía nos quedaban mas de 25 km, mejor era no arriesgarse. Por carretera iniciamos el regreso, unos con mas soltura que otros, pasamos la aldea del Espinar y vimos el cartel que anunciaba 8,5 Kms de curvas, y la verdad es que hay de sobra, algunas te hacían ver a los compañeros que iban delante alla en lo alto, cuando llegamos al desvío de la presa del Vado hicimos un reagrupamiento los que íbamos atrás y comenzamos los últimos 5 km que nos llevarían a nuestro destino, no sin antes pasar por la ermita de los Enebrales y la pequeña ciudad encantada de Tamajón.
La ruta ha sido espectacular, como siempre muy bien organizada por Javi Martin (aqui su cronica) y yo creo que todos nos hemos quedado con ganas de completarla, así que creo que a no tardar mucho esta aventura tendrá segunda parte "Regreso a los Pueblos Negros", y yo espero formar parte del grupo que la complete.
La ilusión por empezar hizo que algunos se pasaran el camino que teníamos que tomar y tuvieran que dar marcha atrás para salir de Tamajón por una pista que bordeaba la iglesia, el ritmo fue en todo momento tranquilo y aunque el terreno estaba humedecido por las ultimas lluvias, el barro no era impedimento para avanzar, unas veces por un camino bien delimitado y otras un poco al azar, pronto llegamos al cruce con la carretera que lleva a Valverde de los Arroyos, como por esta zona no hay mucho tráfico la atravesamos sin ningún problema y continuamos en ligero ascenso en dirección a nuestro primer destino el pueblo de Almiruete, aquí y después de observar a lo lejos un corzo nos despistamos un poco y seguimos el camino que estaba mas marcado, por suerte nos dimos cuenta a tiempo y volvimos sobre nuestros pasos, hasta que conseguimos encontrar la senda que debíamos seguir, poco después el pueblo aparecía ante nuestros ojos y después de una bajada por una especie de cornisa y el correspondiente cruce de un arroyuelo, llegamos a la altura del cementerio del pueblo, solo teníamos que seguir esta pista para entrar en el casco urbano, aquí empezamos a ver las famosas construcciones en pizarra que dan nombre a los pueblos de la zona. Paramos al cobijo de la iglesia, aprovechando para comer algo y hacer unas cuantas fotos, rehaciendo el camino por el que habíamos entrado nos dirigimos al punto mas alto del día el puerto de Almiruete, para subirlo cada uno puso el ritmo que mejor le venia y después de unas cuantas revueltas llegamos arriba, desde aquí y a pesar de que el día no estaba todo lo claro que hubiéramos querido las vistas eran impresionantes, la mole del Ocejon nos saludaba desde sus 2000 metros de altura envuelta en nubes, abajo todo el valle del Jarama y salpicados entre el verde de los campos los pequeños "Pueblos Negros", una vez nos hubimos reagrupado iniciamos el descenso por una pista en un estado bastante aceptable, si al subir cada uno puso su ritmo a la hora de bajar mas o menos hicimos lo mismo y antes de darnos cuenta llegamos a una desviación en la que nos estaban esperando algunos de los que bajan con mas soltura, a partir de aquí nos lanzamos por una especie de cortafuegos que nos dejo a orillas de un arroyo que teníamos que atravesar para continuar nuestra ruta, aqui también cada uno uso su técnica, otros como yo mismo que de eso no nos sobra optamos por descalzarnos y pasar el riachuelo andando. Después del vadeo iniciamos la parte mas dura del día, había que subir por un camino haciendo lo que se llama empujabike, algunas de las cuestas eran de un 25% de desnivel, así que cuando por fin montamos otra vez en las bicis respiramos con tranquilidad, nos reagrupamos en un pequeño llano a los pies del Ocejón, la ruta estaba compuesta básicamente de subidas y bajadas, por suerte ahora y hasta llegar al pueblo de Campillejo nos tocaba otra bajada, hicimos nuestra entrada en el pueblo por el campito de fútbol y después de rodar unos 500 metros por la carretera nos desviamos a la derecha por una pista que nos llevaría en continuo ascenso y después de cruzar pequeños arroyos al pueblo de Majaelrayo, aquí nos reagrupamos justo al lado de un cartel que pone Camino del Ocejón, atravesamos el pueblo haciendo fotos como si fuéramos turistas japoneses y nos cruzamos con diversos grupos de turistas que estaban visitando la zona. En la plaza del pueblo nos paramos a comer, en el bar del pueblo algunos aprovecharon para comprar unos bocadillos calientes y dar buena cuenta de ellos al calorcito del sol, cuando no se nublaba con alguna nube. Aquí ya teníamos dudas de poder completar la ruta, la hora se nos estaba echando encima y todavía nos quedaba la mitad del recorrido y encima con la parte desconocida. Cuando terminamos de comer abandonamos Majaelrayo y enlazamos con la carreterilla que sube al puerto de la Quesera y a la provincia de Segovia, despues de subir un trecho y cuando la carretera tomaba inclinación positiva tuvimos que abandonarla para coger el camino que nos llevaría a nuestro siguiente destino, el pueblo de Robleluengo, aquí se hacían mas presentes los trozos de pizarra en el suelo, así que poco antes de entrar en el pueblo, Mariano rompió la cubierta, único contratiempo del día, por suerte Rafa había hecho caso de la recomendación de llevar una cubierta de repuesto y gracias a ello se soluciono el problema, hicimos nuestra entrada en el pueblo y nos hicimos mas fotos a la sombra de la iglesia, otra cosa no pero iglesias las hemos visto todas. Nuestra próxima parada seria Campillo de Ranas, para llegar allí y después de un pequeño despiste cogimos un caminillo que nos llevaba entre jaras que nos iban dando en el cuerpo y en las bicis, algunas estuvieron a punto de hacer caer a alguno, este sendero nos llevo de cabeza a otro arroyo, y este no había forma de pasarlo montado, así que alguno mas imito mi método de pasar ríos y se descalzo, después de volvernos a calzar reanudamos la marcha y entramos en el pueblo, hicimos la correspondiente visita a la iglesia y decidimos entre todos tomar la escapatoria por la carretera, eran las cuatro de la tarde y todavía nos quedaban mas de 25 km, mejor era no arriesgarse. Por carretera iniciamos el regreso, unos con mas soltura que otros, pasamos la aldea del Espinar y vimos el cartel que anunciaba 8,5 Kms de curvas, y la verdad es que hay de sobra, algunas te hacían ver a los compañeros que iban delante alla en lo alto, cuando llegamos al desvío de la presa del Vado hicimos un reagrupamiento los que íbamos atrás y comenzamos los últimos 5 km que nos llevarían a nuestro destino, no sin antes pasar por la ermita de los Enebrales y la pequeña ciudad encantada de Tamajón.
La ruta ha sido espectacular, como siempre muy bien organizada por Javi Martin (aqui su cronica) y yo creo que todos nos hemos quedado con ganas de completarla, así que creo que a no tardar mucho esta aventura tendrá segunda parte "Regreso a los Pueblos Negros", y yo espero formar parte del grupo que la complete.
Los enlaces a las fotos:
RaFaRu
Alvaro
Proco
Sebas
Dani
las mias
Mi video
El video de Javi Martin
1 comentarios:
Javi tio, lo has clavao...
me gustaria haber terminado la ruta, pero la prudencia y el consenso popular pudo con el ansia de acabarla, creo que fue la decision acertada, no creo, afirmo que fue la decision acerta.
creo que en breve tendremos seguns parte de una de las zonas que mas me ha gustado rodar.
saludos.
Publicar un comentario