sábado, 30 de mayo de 2009

Ruta de exploración por el puerto de la Acebeda



Esta mañana me decidí a hacer una ruta de exploración en bici de montaña por la zona del Puerto de la Acebeda, en principio iba a salir solo pero el jueves mi amigo Pachi se unió a la aventura. A las 9 de la mañana ya estábamos dando pedales, el camino hasta el pueblo de La Acebeda se hace por una carreterilla sin mucho misterio, aprovechamos para ir admirando los diferentes colores de los arboles y las plantas. Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos entrando en La Acebeda atravesamos el pueblo y salimos por la
parte norte enlazando con la Cañada Real y el camino del puerto. Dejamos a la izquierda la pista que sube directa y que tiene una fuerte pendiente en algunos tramos y decidimos continuar por la subida larga pero mas llevadera, el bosque de robles estaba impresionante y las diferentes plantas llenas de flores nos enviaban su aroma. Dejamos a la derecha la pequeña ermita del pueblo y continuamos pedaleando en dirección a La Horizontal, después de pasar unas cuantas rampas desde las que se veía todo el valle y los diferentes pueblos que están a los lados de la nacional I, llegamos por fin, la dejamos a la derecha pensando que nos serviría para volver. Gracias al poco desnivel nos relajamos un poco y paramos en un par de fuentes que había por el camino, un poco mas adelante dejamos a la derecha la subida final al puerto de la Acebeda, por la que si todo salia bien volveríamos y continuamos de frente por la pista que traíamos, nuestra marcha era tranquila y comentábamos lo bonito que estaba el monte, el camino subía poco a poco y no había ningún problema para mantener nuestro ritmo, si es que teníamos alguno, estábamos rodeando la Peña Quemada y antes de darnos cuenta abríamos el primero de los zarzos o portillas que encontraríamos a lo largo del día una vez al otro lado nos surgió la primera duda, a la derecha una subida bastante chunga y a la izquierda y de frente una pista que descendía, cogimos la de bajada pero no nos inspiraba mucha confianza así que dimos la vuelta y afrontamos la subida que nos llevaría con algo de esfuerzo a la mayor altura de la ruta, 1807 metros,

 a partir de aquí y siguiendo una bajada pedregosa llegamos a la siguiente portilla, a la derecha del camino, una vez traspasada nos encontramos en tierras de Segovia, allí mismo salia una pista recién reformada y que en bajada con buen desnivel nos conducía a nuestro destino, bajamos con precaución por que la velocidad que se coge puede hacer que te pases el desvío, como nos paso a nosotros, como subía un coche le paramos y preguntamos al conductor, nos dijo que la pista iba al pueblo de Arcones, pero no tenia muy claro cual teníamos que coger para ir a Pradena, así que nos dimos la vuelta, subimos un poco y cogimos un desvío a la izquierda en el que hay una barrera roja que se puede pasar por la derecha, seguimos rodando por este camino que tenia poco desnivel, llegamos a una puerta que estaba cerrada con candado y tuvimos que pasar las bicis por debajo, comimos un poco al arrullo de uno de los tantos arroyos que hemos visto hoy y sin demorarnos mucho seguimos adelante, a la izquierda ya veíamos el pueblo de Pradena y un poco mas cerca la famosa acebeda, nos quedaba lo que intuíamos la parte mas complicada del día, es decir la subida del puerto de la Acebeda por su vertiente segoviana, y la verdad como veríamos después llevábamos toda la razón. Poco mas adelante nos encontramos con un cruce de caminos, el nuestro giraba a la derecha y empezaba a subir por un camino con piedra suelta que nos obligaba a poner mas atención al suelo que a las vistas o al hecho de dar pedales si no queríamos caernos. Como no teníamos bastante un nuevo zarzo nos cortaba el paso lo que nos obligo a poner pie a tierra para abrirlo y traspasarlo, después de pasarlo continuamos la ascensión, como el desnivel era importante y el firme no mejoraba, decidimos terminar la subida
andando. Por fin llegamos al puerto y atravesando la correspondiente portilla nos encontramos de nuevo en Madrid, ya solo nos quedaba volver a coger la pista Horizontal a la izquierda y terminar la ruta. Pusimos un buen ritmo y aprovechando el ligero desnivel en caída que tiene esta parte del camino nos encontramos pronto con el desvío que nos llevaría de vuelta a los coches, cuando subíamos la penúltima dificultad del camino se puso a llover, una vez coronada esta cuestecilla nos pusimos a dar pedales como locos para mojarnos lo menos posible, llegamos a coger los 48 km por hora, pasamos la última puerta del camino, y nos encontramos poco después con la zona de descanso de Robregordo, subiendo la cuesta de acceso salimos a la calle principal del pueblo, la antigua nacional I, en la primera rotonda giramos a la izquierda y llegamos a los coches. Comentamos un poco los detalles de la ruta, cargamos las bicis y volvimos a nuestras casitas después de una mañana de contacto directo con la naturaleza.
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