domingo, 19 de abril de 2015

Reencuentros en el Cañon

  JuanCar 
Seis meses, seis, han pasado desde aquel 5 de octubre de 2014 que compartí ruta en bici con mis grandes amigos de Sin Pedrolos Mejor. Aquel día estuvimos en Villavieja del Lozoya haciendo una de mis rutas favoritas y además, trazada por mi, como si el destino quisiera que mi retiro eventual tuviera que coincidir con una de mis rutas favoritas. Aquel día me sentía pletórico, volvía de hacer con Rubén la "Pedals de Foc", y mi estado físico y anímico eran fantásticos.
Además, aquel día me fui yo solo a Gargantilla del Lozoya a disfrutar de uno de mis grandes vicios de aquella zona de la sierra, una fantástica hamburguesa de carne de ternera de la sierra de Guadarrama que quita el sentío, en la Antigua Casa Pedro...
Recuerdo salir de Gargantilla, con la bici en el techo de mi coche y coger destino a Lozoya y Rascafría porque me apetecía subir por el puerto de La Morcuera...la ventanilla bajada disfrutando del olor de la sierra en otoño, los paisajes alucinantes, y la música de Concha Buika a todo volumen cantando "El último trago" de la genial Chavela Vargas.
Paré en Miraflores, y allí, en la casa de los Piononos compré un montón de pastas y perrunillas, puesto que tenía en mi casa a mi hermana y mi sobrino y quería tomar café con ellos y con mi madre con un buen dulce de la sierra.
Justo dos semanas después, un 13 de octubre, una furgoneta blanca, inmensa, se cruzó en mi camino, saltándose un ceda el paso mientras yo circulaba con mi moto y me dejó gravemente herido. Se cruzó una furgoneta y mi vida se detuvo.
Una fractura de tibia y una luxación de clavícula de grado V (la más grave), ambas lesiones en el lado izquierdo de mi cuerpo, me dejaron postrado en un hospital 10 días y tras una operación de 5 horas me devolvieron al reposo de mi casa postrado en una silla de ruedas durante 2 meses. 4 meses de rehabilitación y la ayuda inestimable de un montón de personas (vosotros sabéis quien sois), han hecho que me recupere casi sin secuelas y que aquel 5 de octubre, en el que casi todo sonaba a despedida, se convirtiera en un 19 de abril, en el que por fin he podido de nuevo reencontarme con mi cuerpo, mi bici y mis amigos, cerrando así un inmenso círculo que me costaba pensar que iba a cerrar.
Seis meses de los que pasar página. Eso sí, recordando todos los buenos momentos (que los ha habido) y todas las grandísimas personas que jamás consintieron que me quedara solo ni un solo minuto. Os quiero a todos y cada uno de vosotros, pero no puedo dejar de recordar en especial a un grupo de personas que siempre han estado allí...A mi hermano-amigo Adrian y a mi angelito Teru....Nunca olvidaré aquella visita al Gregorio Marañón, la noche del accidente en que os presentásteis en la habitación con un sandwich y un cargador de móvil con esas grandísimas sonrisas que ambos tenéis...nunca jamás olvidaré ese momento. Un momento extremadamente difícil y doloroso para mí en el que conseguistéis que me riera con ganas, muchas ganas (¿recordáis a la enfermera?).
A mi madre, que ha sido enfermera, cuidadora y MADRE...no hay más que decir. A mis hermanos, Javier y Anabel...tampoco más que decir. Y cómo no, a mi hija Carmen, mi vida y mi aliento. Tampoco puedo dejar de nombrar a mi ex-mujer, Sara, que siempre ha estado allí brindándome su ayuda.
A todos aquellos que tuve ocasión de ver en mi casa y que me regalásteis vuestras llamadas y vuestras visitas....sois tantos que...ufff, me emociona sólo recordarlo. Ruben esto va especialmente por tí que siempre has estado ahí, siempre...aunque cómo no recordar a Pablo, Rafa, Valentin, Ballesteros, Frailman, Jesus Terminal, Antonio, Juan Carlos, Alberto Peke, y tantos y tantos más....   

A los mensajes y llamadas de ánimo...especialmente las de Zarzo, Agila, Efren y muuuuchos más.
Y a todos mis amigos y amigas de todos los lados y ángulos de mi vida, Vicky, Ángela, Jose Luis Bautista, Beatriz Domingo, mis amigos de Sin Pedrolos Mejor (TODOS), mis compañeros de trabajo....
A todas aquellas personas que me han cuidado en el hospital y en mis largas y dolorosas sesiones de rehabilitación...
De verdad, muchas gracias a todos por hacer que me sienta tan especial. Hoy cierro una etapa, un ciclo que si bien ha sido negativo, ha tenido mucho de positivo...muchísimo. Vuelvo, pues, a retomar mi vida y mi rutina, mis costumbres, mi gente....

¡¡¡Bendita vida!!!


                                                                 Fotos de Jesus
                                                                 Fotos de Santi

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