domingo, 11 de julio de 2010

Ruta legionaria con los bicivoladores por la Barranca



Hay días que no salen como esperas, la mayoría son peores pero algunas veces las cosas mejoran, este fin de semana no pensaba coger la bicicleta y por azares del destino llegue al punto de reunión en la estación de Collado Mediano el primero, poco después apareció Jesús y ya como con cuentagotas fueron llegando los demás, Efrén, Carlos, Rafa, David, Álvaro y por último Nelson y José, ya estábamos los nueve que íbamos a realizar una ruta guiada por Álvaro, la ya famosa ruta legionaria. Como conocíamos mas o menos el perfil de la etapa comenzamos dando pedales tranquilamente en dirección al deposito de Collado, una vez dejamos la carretera y empezamos a callejear todo el camino era cuesta arriba hasta llegar al inicio de la pista de hormigón que una vez pasado el deposito de agua continua subiendo en dirección al cerro del castillo, como no había bastante con la cuesta normal, Álvaro le había añadido otra cuestecilla que nos llevaría al comienzo de una trialera que no hubo Dios que la bajara montado, aunque algunos lo intentaron, una vez nos reagrupamos continuamos en dirección al pueblo de Navacerrada, al que atravesamos de punta a punta para salir a la M-607 que cogeríamos en dirección al pto de Navacerrada, ya en la carretera se vio que Álvaro, que el día anterior se había pegado una paliza subiendo hasta la Bola del Mundo, no andaba fino, como seria que le tuve que esperar. Llegamos a la altura de la Fonda Real donde atravesamos la carretera del puerto y nos dirigimos al final de la trialera del miedo, que subimos empujando las bicis, aunque Nelson hizo el amago de subir dando pedales, cuando nos reagrupamos comenzamos uno de los tramos más bonitos que conozco de la sierra unos senderos bordeados de enormes helechos y bajo la sombra de los pinos que nos llevaron después de atravesar algún riachuelo a la altura de la casa de las mariposas, la dejamos atrás y seguimos por el camino del Calvario en dirección al Ventorrillo, después de cruzar el río Navalmedio continuamos subiendo hasta llegar nuevamente a la carretera del Puerto, nos dejamos caer por ella con cuidado porque no dejan de pasar coches y un poco mas abajo la cruzamos para empezar la subida del mirador de Las Canchas en la Barranca, aprovechamos el momento para hacer la foto de grupo y sin pausa nos pusimos a pedalear para llegar cada uno como pudo al inicio del camino Ortiz, aquí cada uno bajo como pudo o quiso, algunos se lanzaron a disfrutar de la bajada y otros más prudentes, Rafa, Jesús y yo mismo, nos regocijamos con las vistas, cuando llegamos al final ya nos estaban esperando el grueso del pelotón, en la pista de la Barranca. Un poco de charla y nuevamente nos pusimos en camino, como el día era caluroso aprovechamos el paso por la fuente de Mingo para rellenar nuestros depósitos de agua y sin mas dilación cogimos el sendero Alakan, otra delicia rodeada de verdor y arroyos cantarines, después del paso de uno de estos y debido a las vistas, el amigo Rafa se bajo de mala manera de la bici y se hizo un buen rasguño, otra vez sobre la bici nos lanzamos los dos en busca de nuestros compañeros que ya se encontraban llegando a la presa que hay a la altura del hotel de la Barranca, el ultimo tramo antes de atravesarla hubo que hacerlo andando ya que las jaras por un lado y una alambrada por el otro evitaban que el que pudiera lo hiciera montado, atravesamos la Presa y nos lanzamos a toda velocidad, primero por la carretera para inmediatamente desviarnos a la izquierda y coger el camino de los Almorchones con un firme de gravilla que lo hace peligroso por la velocidad que se alcanza, llegando al final nos encontramos a David que también probo la dureza del suelo limpiándose la ropa y subiendo a la bici, cuando nos disponíamos a empezar los últimos senderos de la ruta,  Jesús se dió cuenta de que no podía sacar el pie izquierdo del pedal, y por mas intentos que hicimos no conseguimos liberar la cala, la verdad es que fue una suerte porque vió que la rueda trasera iba fuera del eje, después de ponerla en su sitio y en vista de que no había forma de sacar el pie, decidimos acortar la ruta y volver atravesando nuevamente el pueblo de Navacerrada, como el camino era en ligero descenso no tardamos mucho en llegar a los coches, allí hicimos un nuevo intento de soltar la zapatilla, como no hubo forma, Jesús se volvió conduciendo descalzo, al poco rato entraba la avanzadilla del grupo y cuando ya salía en dirección a casa llego el resto. La ruta muy bonita con un poco de todo, y como siempre con una compañía inmejorable.
Fotos de RaFaRu
Las pocas fotos de Jesus (terminal)

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