Crónica de Alex (Panclio)
Domingo por la mañana. Por fin ha llegado el día. Que ganas de salir.
Deprisa y corriendo preparo la mochila, la bici y cosas varias. Pequeño desayuno y a disfrutar...
Llego y ya hay varios esperando. Saludos, abrazos y carantoñas varias. Una vez preparados los bártulos, nos dispusimos a salir, recogiendo por el camino a dos despistados.
Ya estábamos todas, las 16 nos disponíamos a disfrutar de un fantástico día haciendo lo que nos gusta, montar en bici.
Pasamos por el pueblo, que curiosamente estaba celebrando el mercadillo semanal, buscando los caminos que nos encaminaran a la zona de la silla de Felipe II.
Cogimos una pista ancha que nos daba la oportunidad de ir conversando tranquilamente, aunque con un buen ritmo en nuestros pedales. Yo por mi parte me siento muy bien, nada cansado, meses atrás hubiese sufrido en el llano para seguir el ritmo, pero ahora me sentía bien, con ganas de guerra (que la encontraría) y buenas sensaciones.
Tras pasar varias puertas llegamos a la zona de la silla, donde un pequeño sendero nos llevaria hasta la carretera. El sendero se hace rápido, con algún cabra que otro subiendose por las pocas piedras que había.
Reagrupamos, y comenzamos la subida. Los pros tiran delante, para que los pobres mortales no nos hundamos en la miseria viendo como suben.
Comienzo tranquilamente con Efren. Subimos unos metros tranquilos, hasta que por el ansia de uno y de otro la cadena se va tensando. Pasamos a varios compis, sin dejar de alentarles y poco después Efren se descuelga. Hoy me siento fuerte y tiro para delante, meto un piñón más y tiro fuerte.
Al llegar arriba están esperando unos cuantos y con cara de haber disfrutado de la subida. Esperamos al resto que llegan como balas y subimos a la silla a disfrutar del monasterio y a hacernos las fotitos de rigor.
Tras el parón continuamos, primero una pequeña subida por carretera y seguidos la bajada. La primera transcurre en una pista ancha con algunas piedras, regueros y raíces, que hace que cojamos una buena velocidad.
Nos preparamos para los dos platos fuertes del día, dos senderos muy rápidos.
Comienzo el primero tras zarzo y Kiko que salen como dos tiros y se me hace difícil seguirles. Es un sendero muy rápido, de los de PLATO PLATO, con muchas curvas y piedras, pero con zarzo en cabeza, parece que vamos volando porque nos marca la trazada y todo los pasos de forma que se vuelve un placer.
Al terminar, todos con cara de alegría, comentamos la bajada y nos tiramos sin pensarlo a la segunda, más corta y disfrutona.
Comienzo detrás de zarzo, pero eso pronto cambia, ya que en la segunda curva salgo despedido debido a que zarzo que va como un avión hace una curva perfecta y, pobre de mi, no me da tiempo a trazarla. Veo como me pasan y escucho algún grito desesperado para que no se escape el pobre Zarcete, me recupero y comienzo la persecución, aunque se me hace imposible darles caza.
Solo quedaba la vuelta, que se hizo dura por varias razones: el viento que soplaba fuerte, la cuesta que picaba hacia arriba y el ritmo que impusieron los pros del grupo.
Ya en los coches nos dispusimos a lo que mas nos gusta hacer en cada ruta, la cerveceja de después comentando entre risas.
Muchas gracias a todos por un día fantástico y por hacer de este deporte algo MUY grande
Fotos de Jesus
Fotos de Juan Carlos
Fotos de Panclio
Track
0 comentarios:
Publicar un comentario